Entre el álbum "The
Alexander Review" (1975) y "Salsa Brothers, Miami Sessions"
(1985)
Era
el invierno de 1975 y Mark Alexander Dimond (apodado Markolino) había terminado
la grabación que, años más tarde, sería considerada su obra magna: El álbum
'Beethoven's V' (1975).
Markolino
era un músico inquieto, capaz de soltar un solo de piano extenso y hacerle
creer a la audiencia que lo escuchado era producto de la participación de tres
pianistas a la vez, cada uno dando lo mejor de sí, jugando sobre las teclas sin
piedad.
Para
entonces, Markolino, con su espíritu irreverente, había impuesto un estilo
genial y distinto de tocar el piano. Le demostró a sus colegas de la época que
siendo autodidacta y con tan solo 25 años, era capaz de elaborar arreglos muy
complejos, extravagantes y cargados de swing, propios de un digno representante
de la salsa Neoyorquina y subterránea de los años setenta.
La
ferocidad de sus arreglos llevaba el ADN del Lower East Side, el barrio en el
que nació, lo que lo convertía en un músico con identidad, un adelantado a su
época; sin embargo su vida personal era
un caos.
Markolino
se inició en el uso de la heroína aproximadamente en 1966, cuando tenía 16
años. Ya para 1975 había probado todas las sustancias ilícitas que circulaban
en las calles de Nueva York. Su adicción a las drogas lo había metido en
múltiples líos que lo llevaron a perder contratos e incluso a ser expulsado de
varias bandas, ganándose así la fama de drogadicto, estafador y callejero.
Pero
al margen de sus excesos, la música le permitió no hundirse por completo en el
mundo de las drogas. Semanas después del lanzamiento de 'Beethoven's V' (1975),
con el que se consagró como arreglista, emprendió un nuevo proyecto musical
para el mercado anglo al que llamó "The Alexander Review" (1975), una
producción de Funk/Soul y Funk-Disco, que salió al mercado con el respaldo del
sello Vaya Records y que contó con la colaboración de músicos de la talla de
Ray Maldonado, Eddie 'Guagua' Rivera, Barry Rogers y su amigo personal Andy
Harlow. Para dicho proyecto Markolino escribe y canta todos los temas. Sin
embargo, el material no obtuvo la aceptación del público, lo que causó profunda
decepción en él.
Algunos
meses después, fue convocado por Frankie Dante para tocar el sintetizador en el
disco "Los Salseros de Acero" (1976) en el que apenas se distingue su
participación. Al término de la sesión de grabación de este disco, Markolino
cogió sus cosas y desapareció por casi diez años.
Durante
ese tiempo de silencio musical, tocó fondo con las drogas. El vicio lo llevó a
perder el apartamento en el que vivía obligándolo a buscar refugio en las
calles. Tocó el piano en algunos clubes nocturnos de Nueva York para
financiarse el vicio y se mudó a un motel de mala muerte con una de sus novias,
una prostituta afroamericana. En algún momento, entre 1977 y 1979, contrajo
sífilis y a inicios de los 80, al verse en la miseria, terminó hundiéndose en
la depresión.
Markolino
creció en una familia disfuncional, se crió solo con su madre, una trabajadora
del departamento de bienestar social de la ciudad de Nueva York y su hermana
mayor, estudiante de enfermería; su padre, cubano de nacimiento y marinero
mercante de profesión, no estuvo presente durante su vida y aunque este hecho
puede parecer irrelevante, en la vida de un bribón como Markolino, lo cierto es
que su ausencia produjo en él vacíos que intentaba llenar con drogas.
En
1984, ahogado en problemas, enfermo y hambriento, Markolino, buscando cambiar
su destino, recogió algo de ropa y viajó en bus a Miami. Ya en la ciudad, el
jueves 22 de noviembre de 1984, se apareció frente a la puerta de Andy Harlow,
su amigo de la infancia, y le pidió ayuda. Era la noche del Día De Acción
de Gracias y Andy trabajaba en un proyecto personal junto a su hermano Larry
Harlow.
Según
cuenta el flautista, Markolino fue a buscarlo y le pidió trabajo, al parecer la
noticia del proyecto que cocinaban los hermanos Harlow hizo eco en Nueva York,
lo que motivó que Markolino viajara a pedirle ayuda.
Los
últimos meses fueron para él bastante duros, estaba en bancarrota y no tenía
donde dormir. Andy para ayudarlo, lo alojó unos meses en un motel de la Calle 8
y le compró un piano para que pudiera escribir los arreglos del proyecto en el
que trabajaban los hermanos.
Iniciada
la primavera de 1985, se llevó a cabo, en menos de una semana, la sesión de
grabación del disco "Salsa Brothers, Miami Sessions" (1985) en el que
debuta cantando y tocando las congas el nicaragüense Luis Enrique. El disco
contó con los arreglos magistrales realizados por Markolino Dimond quien
también ejecutó el piano de manera soberbia.
Luego
del lanzamiento, Markolino realizó algunas presentaciones con Andy Harlow para
promocionar el disco. Un día, cogió el dinero que había ganado, vendió el piano
que le compró Andy y se marchó a California.
Durante
el tiempo en que Markolino estuvo alejado de la música se dedicó a buscar a su
padre hasta que logró hallarlo, por eso reunió todo el dinero que pudo y viajó
a Palo Alto, al norte de San Francisco, para reunirse con él.
Encontrar
a su padre, fue motivante para Markolino. Según cuenta Andy Harlow, una vez
instalado en San Francisco consiguió un trabajo en una tienda de pianos en un
centro comercial y decidió alejarse de las drogas.
En
el otoño de 1986, mientras Markolino tocaba el piano en la tienda, se desmayó
sobre los teclados y empezó a convulsionar víctima de una Neurosífilis: una
infección bacteriana que afectó su cerebro producto de la sífilis que contrajo
en el pasado y que nunca trató por desconocimiento, tenía apenas 36 años e
intentaba enderezar su vida.
Varios
meses después de su muerte, Andy Harlow recibió una carta proveniente de la
hermana de Markolino quien le comunicaba el deceso del pianista, Andy respondió
la misiva enviándole a su madre una copia del último trabajo que realizó con su
hijo, esa fue la última vez que supo de ellas.
No
se conoce con exactitud la fecha de la muerte de Markolino Dimond, sólo el año.
Se presume que fue enterrado en Palo Alto donde vivió con su padre, pero nadie
se ha tomado el tiempo de buscar su tumba. Lo triste del asunto es que tampoco se conoce su fecha de nacimiento. Markolino sobrevivió los últimos años intentando reconstruir su vida, sin
imaginar que, varios años después, se convertiría en un gran ídolo de la salsa.
Tal
vez nunca alcancemos a imaginar lo que habría sido capaz de dar un músico de la
talla de Markolino Dimond quien, a pesar de sus turbulencias y excesos
personales, a tan corta edad, nos ha dejado un legado musical impresionante
donde demuestra gran capacidad para hacer música.
Historia
basada en entrevista realizada a Andy Harlow concedida para este blog en agosto
del 2019.