LOS DISCOS QUE MARVIN SANTIAGO GRABÓ ESTANDO PRESO



Eran finales de 1976 y Marvin Santiago se encontraba fuera de la agrupación de Bobby Valentín. El cantante había recibido varias advertencias del bajista y director de la orquesta, que no fueron tomadas en serio por él y esta vez Bobby Valentín lo había despedido.

Marvin empezó en las drogas en la primera mitad de los 60', y para 1976, ya había probado casi todos los narcóticos que circulaban en el ambiente. A pesar de ello, la disquera TH Records le hizo una oferta para iniciarse como solista que él no desaprovechó.

Su éxito en solitario fue abrumador al punto de que en sus presentaciones pudo prescindir de cantar los temas que había grabado con Valentín. Su voz había madurado con la experiencia y para 1980 ya estaba consagrado como uno de los mejores intérpretes de salsa en Puerto Rico. No obstante, pese a su éxito, Marvin no se había alejado de las drogas y su adicción lo había metido en serios problemas.

En septiembre de ese mismo año, el cantante fue detenido acusado de posesión y tráfico de drogas. Días después, la Corte lo declaró culpable y fue condenado a pasar diez años en la Cárcel Regional De Bayamón. Cuando Marvin ingresó a la prisión, los reclusos lo recibieron con fervor y algarabía, pues el cantante era muy exitoso y sus temas se escuchaban en todo Puerto Rico.

Al poco tiempo de ingresar a la prisión, Marvin se convirtió al evangelio y a través de la doctrina cristiana fue abandonando poco a poco su adicción a las drogas. Al cabo de unos meses y viendo resultados positivos en su proceso de rehabilitación, Santiago recibió la noticia de que su consejero, Joe Benítez, le había conseguido un permiso para grabar un nuevo álbum, aun estando preso.

La plana musical estuvo compuesta, entre otros virtuosos, por "Piro" Rodríguez quien reforzó la sección de vientos; "Yayo El Indio", Dervel García y "Cheo" Quiñonez se encargaron de los coros, y Papo Pepín descargó en las congas.  Aquella tarde Marvin Santiago hizo un derroche de soneos cargados de gracia y picardía, cantando encima de los coros con seguridad, en tiempo y en contratiempo.

A esa habilidad técnica se sumó la agilidad de su mente para construir frases jocosas y pueblerinas, en algunos casos inventadas, que transportaron a los asistentes a la cotidianidad de la vida fuera de las rejas.

Esta magnífica presentación quedó grabada en el álbum "Adentro, En Vivo Desde La Cárcel Regional de Bayamón" (1981), obteniendo buenas críticas y gran volumen de ventas.

Contraportada del disco "Adentro, En Vivo Desde La Cárcel Regional de Bayamón" (1981)
Con este disco Marvin Santiago fue conocido en toda América Latina y todos los temas fueron éxitos. Cabe señalar que esta no fue la única producción que el cantante grabó estando preso, también produjo "El Hijo del Pueblo" (1982), "El Sonero del Pueblo" (1985) y "Oficial, Pero Con Tremenda Pinta" (1986), incluso obtuvo varios permisos para salir de la cárcel y realizar presentaciones, lo que causó mucha polémica e hizo especular que el cantante sobornaba a las autoridades.

Para mediados de 1986, su buena conducta le ameritó una rebaja en su pena y Marvin Santiago abandonó la prisión cuatro años antes de culminar su condena.