Portada del álbum
“Alive And Kicking" 1979
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Era
Diciembre del año de 1978, cuando Ismael Rivera se encontraba
grabando su álbum "Maelo, El Sonero Mayor" junto al
pianista, compositor y arreglista cubano Javier Vázquez, cuando las
sesiones tuvieron que ser detenidas y varias veces canceladas o
postergadas, debido a los graves problemas de salud que aquejaban a
Maelo.
Cuenta
Javier Vázquez, que “El Sonero Mayor” estaba bastante enfermo en
ese momento y que apenas podía entonar una nota a pesar de su
esfuerzo. Le habían detectado pólipos en las cuerdas vocales, unos
pequeños tumores dolorosos que no le permitían cantar. Por lo que
el productor, Jerry Masucci, llamó a Javier y planteó una solución:
Reemplazar a Ismael Rivera.
Javier Vázquez y
la portada de su álbum "Ella
Me Olvidó"
donde canta Frankie Vásquez 1990
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Con la paralización el disco de Maelo, Masucci estaba desesperado Con la paralización el
disco de Maelo, Masucci estaba desesperado tratando de encontrar un cantante
que tuviera un tono semejante al de Rivera y que pudiera encajar en el
proyecto, hasta que se decidió por el puertorriqueño Ramón Ramírez Toro,
conocido como "Chamaco" Ramírez, quién tenía una increíble voz nasal
y aguda que podría generar escalofríos en la columna vertebral. “Chamaco”,
poseía una gran facilidad para improvisar e inspirar letras con juegos de
palabras y entregas rítmicas. Su tono de voz eraparticularmente similar a la de
Maelo, lo que sumado a su forma de sonear, le permitió a Masucci decidirse por
él para el proyecto.
Se
esperaba que una o dos sesiones llenaran el vacío en el catálogo de
Fania, sin embargo, algo pasó, y en lugar de cantar sobre las
canciones ya terminadas de Maelo, se le dió un nuevo proyecto que
Javier Vázquez terminó produciendo de principio a fin, incluso
seleccionó a mano una banda, coordinó las fechas del estudio y
organizó a Ramírez su primer y único álbum en solitario: “Alive
And Kicking" (“Vivito y Coleando”)
Luis "Perico" Ortiz y la portada de
su
álbum "My Own Image" 1978 |
“Chamaco” no era un desconocido en el medio. En
las décadas de 1960 y 1970 había pertenecido a la orquesta “La Primerísima” de
Tommy Olivencia, donde cantó desde finales de los 60 hasta 1971 y de 1974 a
1976, actuando en ocho álbumes, incluso compuso el éxito "Trucutú" y
era recordado por su interpretación épica del himno de supervivencia de
Catalino "Tite" Curet Alonso, "Plante Bandera". Además de
la orquesta de Olivencia, también actuó en varias fechas importantes con Francisco
"Kako" Bastar y los All-Stars de Alegre.
Según Thomas Muriel, autor del libro “Fania All-Stars:
Salsa, Inc.", Masucci le hizo la propuesta a “Chamaco” estando
este último recluido en prisión. Ramírez pensó que Luis “Perico” Ortiz sería su
arreglista y director musical en el proyecto, pues buscaba repetir la fórmula
del éxito de “Planté Bandera”, pero ante la tempestuosa salida de “Perico” del
sello Fania, quién se fue molesto porque el sello no quiso grabarlo como líder
de orquesta, precisamente en 1979, Masucci le asigna el proyecto a Javier
Vázquez, quién recién entraba por completo al sello y al que se le dejó a cargo
de una nueva subsidiaria, inaugurada en 1981, llamada Bárbaro Records. Vázquez
entonces le sugiere a “Chamaco” algunos temas que originalmente los tenía
guardados, para otro proyecto con Ismael Rivera. “Chamaco” llegó a ensayar el
material en prisión y le dejó varias anotaciones a Javier Vázquez sobre ideas
que quería en cada tema (existen algunas cintas en cassette con “Chamaco”
cantando este material a capella). Finalmente, es el mismo “Chamaco” Ramírez
quién elige la totalidad del contenido del álbum en donde se incluyen dos
composiciones suyas: “Adivínalo” y “No es Vacilón”.
Según Javier Vázquez, Ismael Rivera sugirió el nombre
de "Chamaco" Ramírez, porque ambos eran muy amigos, se habían
conocido cuando estuvieron presos en La Penitenciaría Estatal de Río Piedras,
también conocida como la Penitenciaría “Oso Blanco” en Puerto Rico e
incluso habían formado un grupo musical ahí, versión que también es confirmada
por la misma hermana de "Chamaco".o".
Ramírez,
a pesar de que no lo complacieron con su solicitud de que Luis
“Perico” Ortiz fuera su productor musical en lugar de Javier
Vázquez, como lo impuso Masucci, estaba muy entusiasmado con el
disco, llegaba a las sesiones temprano y completamente sobrio.
Respetaba mucho el hecho de que el director musical del proyecto
fuera Javier Vázquez, principalmente por su asociación con “Los
Cachimbos” de Ismael Rivera a quién quería y admiraba.
Cabe
señalar, que la relación entre Rivera y Vázquez data de 1971,
cuando “El Sonero Mayor” cantó con la orquesta de Francisco
"Kako" Bastar, en el álbum “Lo Último En La Avenida”
para Tico Records, donde el pianista organizó algunas canciones para
ese disco, lo que llevó a ser instalado, en 1972, como director
musical y pianista de “Los Cachimbos”
COMPOSICIÓN
DE LA ORQUESTA
Todos
los músicos y corístas eran personas con las que Vázquez había
trabajado en el pasado o “Chamaco” conocía. Desde la sección de
bronce del trompetista Alfredo "Chocolate" Armenteros (que
había tocado con La Sonora Matancera y Los Cachimbos), Manuel
"Manolín" González en saxofón alto y Harry D'Aguiar en
trombón (ambos de Los Cachimbos), hasta Elpidio Vázquez, Jr.,
sobrino de Javier (y nieto de Pablo) que tocó en La Sonora Matancera
en los años 70, todos eran veteranos. Adalberto Santiago y Tito
Allen también habían hecho coro con “Los Cachimbos”, así que
se mantuvo todo en la familia, por así decirlo.
Sin
embargo, el sonido de la banda que Vázquez armó, era distinto a Los
Cachimbos y la orquesta de Olivencia. En la sección rítmica estaban
Alberto Valdez en las congas, Edgar López en el bongo, Mike Collazo
en los timbales y Jorge Maldonado en el guiro, las maracas y en el
coro.
El
poder y la consistencia de este álbum también se debe al liderazgo
de Vázquez sobre sus músicos escogidos que funcionaban como una
unidad cohesiva. Según Vázquez, “Chamaco” era entusiasta, fácil
de trabajar, además estaba en excelente forma y muy motivado.
Años
60. Posan en la foto: Tommy Olivencia, "Chamaco"
Ramírez,
Vicentico Valdés, Rafael Cortijito, y Paquito Guzmán. Foto cortesía "Chamaco" Ramírez Jr. |
Tristemente,
la química que había funcionado tan bien en el estudio, no se
repetía en el escenario. Como dice Javier, nunca volvió a ver a
“Chamaco” después de las sesiones y según él, Ramírez no
hacía conciertos para promocionar su disco, como lo hicieron todos
los otros artistas de Fania.
Esta falta de actuaciones, giras, televisión y
anuncios de radio, pueden explicar por qué el disco nunca tuvo una oportunidad
real. Con el músico desaparecido o quedándose atrás, sin ganas de viajar, no se
pudo lograr la promoción en su totalidad. A pesar de ello, la popularidad del
disco creció constantemente en las décadas siguientes, al menos entre los
fanáticos de “Chamaco” Ramírez que lo conocieron por su paso por la orquesta de
Olivencia y coleccionistas de las joyas perdidas de la salsa.
Los
nueve temas resultantes de estas sesiones de grabación deben
considerarse la producción más consistente de “Chamaco” Ramírez
porque a diferencia de “Alive And Kicking”, que se hizo en un
estallido de energía concertado, sus grabaciones anteriores habían
sido como vocalista en la orquesta de otra persona, compartiendo el
escenario con otros vocalistas como Paquito Guzman.
LA
CARÁTULA PROFÉTICA
Para “Alive And Kicking”, el diseñador y artista Ron
Levine representó a un sonriente “Chamaco” saliendo de un ataúd en una cripta,
iluminado por un rayo de sol. Según Levine, la ilustración fue su idea, se
inspiró en el título que le dieron durante la producción del álbum. Él no sabía
de los problemas personales de Ramírez, y de hecho, nadie sabía cuán
escalofriantemente profético sería esa representación varios años después.
Levine nunca conoció a Ramírez, ni una sola vez, a diferencia de las otras
estrellas de Fania con las que habló en persona y les diseñó tapas para sus álbumes.
Entonces,
en este caso, Levine utilizó tomas de la cabeza de su sujeto que
fueron proporcionadas por Masucci, trabajando desde un modelo y su
propio cuerpo para el resto de la figura. El rayo de luz, y cómo cae
sobre el ataúd, iluminándolo, fue especialmente importante para
Levine, y trabajó arduamente para asegurarse de que todo pareciera
natural y sin embargo espeluznante al mismo tiempo.
EL
MITO
Finalmente
y para tristeza de “maelistas” e “ismaelistas” de todo el
mundo, la producción “Alive And Kicking“ nunca fue pensada para
“El Sonero Mayor“, como ya se ha indicado, este fue un proyecto
asignado a “Chamaco” Ramírez, que produjo Javier Vázquez en
paralelo y durante el tiempo en que se interrumpieron las grabaciones
del álbum “Maelo, El Sonero Mayor” o también conocido como “El
Disco Rosado” de Maelo. Los temas que componen este álbum tuvieron
intervención directa del mismo cantante, quién junto a Javier
Vazquez, uno de los mejores arreglistas y productores musicales de
todos los tiempos, desarrollaron este material extremadamente
sabroso.
“Chamaco” Ramirez fue un artista al que vale la pena
dar crédito, gran intérprete puertorriqueño de la salsa que definitivamente
mereció una segunda oportunidad y cuya carrera fue trágicamente interrumpida.
Es muy injusto que gente en la industria haya ignorado o minimizado
intencionalmente sus logros porque para ellos, sus demonios personales
eclipsaron su arte.
“Chamaco” hizo un tremendo trabajo y ha dejado a sus
seguidores con ganas de seguir gozando de su talento, lamentablemente sus
problemas personales y su adicción a las drogas pudieron más que él mismo y
solo grabó esta única producción como solista, luego desapareció y volvió a ser
noticia en 1983, cuando fue asesinado violentamente en un callejón del Bronx, a
la edad de 41 años. Según una pequeña mención en un periódico de Nueva York,
tenía heridas de bala en la cabeza y la mejilla, y murió mientras lo llevaban
al hospital en una ambulancia.