Paula C: La historia detrás del escenario



Rubén, panameño con raíces cubanas y Paula, estadounidense de origen irlandés, se conocieron en New York a inicios de 1975 cuando él tenía 27 años y ella 30.
Rubén había llegado a los Estados Unidos años antes buscando oportunidades de desarrollo, sin embargo, por infortunios de la vida, ahora se encontraba ilegalmente en el país. A pesar de ello, tenía un trabajo como mensajero en una disquera famosa y podía alternarlo haciendo lo que más le gustaba: componer y cantar.
Cuando Rubén y Paula se conocieron él estaba quebrado. Por su condición migratoria recibía una paga muy por debajo del promedio y para obtener dinero vendía canciones que él mismo componía y prestaba su voz como corista. A pesar de su mala situación económica esto no parecía molestarlo, pues no le interesaban mucho las cosas materiales.
Paula, por su parte, tenía un trabajo estable y con buena paga en una tienda local, así que luego de unos meses de relación, decidieron que sería buena idea vivir juntos y ayudarse mutuamente.
 Ellos mantenían una buena relación. Siempre se preocupaban el uno por el otro y resolvían los problemas cuando estos se presentaban. Rubén era extremadamente divertido y le gustaba hacerla reír. Le escribía canciones todo el tiempo sobre gente del vecindario o personajes que él inventaba, y cuando Paula llegaba del trabajo se las cantaba con su guitarra. La mayoría del tiempo iban juntos a todos lados, se apoyaban mutuamente y se amaban. Las cosas por esos días eran más fáciles.
Rubén era muy inteligente y soñador, siempre decía que llegaría a ser un cantante famoso y que después iría a Hollywood para actuar en películas. Un buen día Rubén fue invitado a audicionar para ser vocalista de la orquesta de un conguero muy famoso por su forma dura de ejecutar las congas, a partir de ese instante su situación económica empezó a mejorar y daría un gran salto a la fama.
“Me encantaba Héctor Lavoe y la broma más grande entre Rubén y yo era que Héctor fue mi cantante favorito (lo sigue siendo). Cada vez que Héctor se presentaba me aseguraba de ir a escucharlo. En una oportunidad, durante un concierto de Fania All Stars en el Madison Square Graden de Nueva York, Rubén vino hasta donde yo estaba sentada en medio de la audiencia y me llevo tras bastidores –lo que yo odiaba- Sin pronunciar palabra me condujo hasta donde Héctor estaba, recostado sobre una de las puertas. Al llegar justo al frente de Héctor me pregunto: ‘quien es tu cantante favorito?’ y le conteste ‘ Héctor Lavoe’. Héctor se sonrió sin saber exactamente lo que ocurría y fue cuando Rubén dijo: ‘ Héctor, sabes quien es ella? Es mi novia Paula’. Héctor entonces rió a carcajadas. Al principio me molesto un poco pero después entendí que se trato de un gesto muy generoso de Rubén. El y Héctor eran, para ese entonces, rivales musicales”.- Paula Campell, entrevista a “Maestra Vida”, año 1998.
Lo que debía ser favorable para la pareja, empezó a complicar las cosas. Rubén pasaba mucho tiempo fuera de la casa trabajando, concentrado en su carrera como cantante y la relación empezó a enfriarse, pronto las discusiones se hicieron más frecuentes y los intentos de separación más dolorosos. Una noche, cuando la pareja se encontraba distanciada, Rubén le escribió a Paula una canción que grabó luego sin que ella supiera, su intención era sorprenderla cuando el tema se hiciera famoso y vaya que lo logró.
Paula sentía que con la canción Rubén hacía públicos sus problemas de pareja, lo cual terminó por complicar las cosas, fue muy difícil para ella. A pesar de eso, viajaban juntos casi siempre y Paula seguía comprometida con el trabajo de su novio e intentaba ayudarlo en lo que pudiera.
Rubén siempre se sintió a gusto con su imagen pública, pero Paula era muy reservada y tímida. Ella sentía que las personas la miraban cuando estaba con él y hacían comentarios desagradables a sus espaldas. La fama de Rubén la estaba ahogando y ella no sabía cómo manejarlo.



A finales de los setenta, las cosas empezaron a salirse de control. El desgaste de la relación, los problemas migratorios de Rubén y los conflictos que éste tenía con la disquera para la que grababa, fueron haciendo mella en él que estaba física y emocionalmente exhausto, lo que repercutía en su vida con Paula. A pesar de ello, seguían apostando por su relación e intentando resolver juntos los inconvenientes.
Para 1982, la juventud, inexperiencia y falta de enfoque ante las tentadoras oportunidades no exentas de faldas, que como artista, se le presentaban a Rubén, sumados a la poca tolerancia y manejo de la situación de Paula, terminaron por acabar su relación de casi siete años.
“Con el silencio se marchó sin contestar 
Y comprendí aquella noche 
Que ya nunca jamás 
Olvidaría su querer
Paula C
La madrugada me envolvió 
En su oscuridad 
Y aunque parezca raro 
Me hizo ver 
Con más claridad 
Lo que es amar 
A una mujer
Oye que triste quedé, cuando se fue Paula C” 
“Fue mi primera experiencia adulta, amorosa, que vivimos juntos en Nueva York durante mucho tiempo”, “Paula me ayudó muchísimo a desarrollarme como persona y también tuvo una buena influencia en términos espirituales sobre mí”.- Rubén Blades, entrevista a “Soitu”, año 2008.
“La gente lo amaba… Rubén siempre ha sido una persona interesante, muy inteligente, un soñador y muy prolífico como escritor” .- Paula Campell, Revista “MarcaPasos”, 1998.